03 junio, 2013

Eliminacion de copa, os va a gustar la crónica maligna


Partido de Copa jugado contra Basket Hound en Balaídos el sábado a las 18:45 horas, después de un cambio de horas por no sé que changuita sin mayor importancia que se iba a disputar en el mismo recinto unas horas más tarde. Por nuestra parte estábamos 10 y ellos eran 8 o lo que es lo mismo 16 jugadores de cualquier otro equipo. El arbitraje corrió a cargo de Jurgenbranbino (para los que no sean o muy viejunos o muy frikis, éste era un árbitro finlandés, creo, de los ochenta y noventa, que hacía que siempre ganase quien debía; no el mejor ni el más necesitado, sino quien convenía) y, en este caso, no eran Jedys Suflenorsa

El partido, estaba claro, no iba a ser una fiesta ni un homenaje. No va con nosotros. Con ellos menos. Salimos a por todas, aplicando una “caja y uno” sobre su base, a quien conseguimos frenar: apenas tuvo el balón ni tiró (creo que en todo el partido no hizo ni una canasta en juego) pero, con el riesgo de dejar muy vacía la parte central de la zona que fue muy aprovechada por sus pivotes. Nuestro ataque era tan fluido como el suyo y no había mayores diferencias que tres o cuatro puntos para ellos o nosotros. Así las cosas, faltando tres minutos, ellos dan un arreón en el marcador marchándose de seis puntos que son contrarrestados gracias a una defensa individual y a la labor inconmensurable de Guime llegándose al descanso 26-25 favorable a Jedys-Suflenorsa.

Visto el buen resultado de la individual decidimos seguir con ella pero, segundas partes nunca fueron buenas, y nos comenzaron a superar la individual fácilmente, ayudados por el anteriormente nombrado, que practicó un arbitraje artero, trilero y sibilino (¿sibibalbino?, joder, hoy estoy que me salgo) con muchas decisiones contrarias a nuestros intereses. Ojito que no he dicho que con eso fuésemos a ganar, ni mucho menos, y tampoco quiero decir que perdimos por culpa del árbitro; simplemente, el árbitro se equivocó siempre en nuestra contra, para que os hagáis una idea nos pitó dos faltas en ataque por cargar el rebote (tiene delito, ¡cargarle el rebote a Basket Hound!). Lo probamos todo: presionar con bajos = nos llevaban el rebote + jugar con cuádruple poste (bueno, mini-pivotes) = nos llevaban el rebote + hacer faltas = nos llevaban el rebote + pedir tiempos muertos = nos llevaban el rebote

Los rivales abrieron una brecha de 8 puntos que únicamente pudimos recortar algo en el tramo final del partido cuando se entró en un carrusel de tiros libres en el que ellos tuvieron un porcentaje más bien malo aunque el nuestro fue mediocre. Llegamos al último minuto 6 abajo y aquí se produjo una jugada que define bien a las claras cómo se comportaron nuestros rivales: un jugador Jedys Suflenorsa resbaló por una zona húmeda de la pista, se fue al suelo y perdió el balón él totalmente solito, pues bien, Basket Hound nos devolvió la bola en un gesto de “fair play” que yo nunca anteriormente había visto. (A que esperabais una rajada, ¿eh?) Se lo agradecimos con una canasta y tiro adicional que nos dejó a sólo 4 puntos de ellos pero ya era demasiado tarde para culminar la remontada

Al final, derrota justa, pero como dijo el gran filósofo Ortega (no Ortega y Gasset sino Ortega Cano): “da copa no ze juega ze bebe, tan a gustito” y como nosotros somos muy orteguianos, seguimos sin estrenarnos en esta competición (eso sí, damos suerte a nuestros rivales que siempre llegan lejos después de eliminarnos)

Lo mejor:

- La jugada descrita más arriba. Comportamiento de 10. Chapeau. Sólo por esto se merecen ganar la Copa.

Lo peor:


- La constatación que estamos un escalón por debajo de los equipos punteros

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