Partido de Copa jugado contra Basket Hound en Balaídos el sábado a las 18:45 horas, después de un cambio de horas por no sé que changuita sin mayor importancia que se iba a disputar en el mismo recinto unas horas más tarde. Por nuestra parte estábamos 10 y ellos eran 8 o lo que es lo mismo 16 jugadores de cualquier otro equipo. El arbitraje corrió a cargo de Jurgenbranbino (para los que no sean o muy viejunos o muy frikis, éste era un árbitro finlandés, creo, de los ochenta y noventa, que hacía que siempre ganase quien debía; no el mejor ni el más necesitado, sino quien convenía) y, en este caso, no eran Jedys Suflenorsa
El
partido, estaba claro, no iba a ser una fiesta ni un homenaje. No va con
nosotros. Con ellos menos. Salimos a por todas, aplicando una “caja y uno”
sobre su base, a quien conseguimos frenar: apenas tuvo el balón ni tiró (creo
que en todo el partido no hizo ni una canasta en juego) pero, con el riesgo de
dejar muy vacía la parte central de la zona que fue muy aprovechada por sus
pivotes. Nuestro ataque era tan fluido como el suyo y no había mayores
diferencias que tres o cuatro puntos para ellos o nosotros. Así las cosas, faltando
tres minutos, ellos dan un arreón en el marcador marchándose de seis puntos que
son contrarrestados gracias a una defensa individual y a la labor
inconmensurable de Guime llegándose al descanso 26-25 favorable a
Jedys-Suflenorsa.
Visto
el buen resultado de la individual decidimos seguir con ella pero, segundas
partes nunca fueron buenas, y nos comenzaron a superar la individual
fácilmente, ayudados por el anteriormente nombrado, que practicó un arbitraje
artero, trilero y sibilino (¿sibibalbino?, joder, hoy estoy que me salgo) con muchas
decisiones contrarias a nuestros intereses. Ojito que no he dicho que con eso fuésemos
a ganar, ni mucho menos, y tampoco quiero decir que perdimos por culpa del
árbitro; simplemente, el árbitro se equivocó siempre en nuestra contra, para
que os hagáis una idea nos pitó dos faltas en ataque por cargar el rebote
(tiene delito, ¡cargarle el rebote a Basket Hound!). Lo probamos todo:
presionar con bajos = nos llevaban el rebote + jugar con cuádruple poste
(bueno, mini-pivotes) = nos llevaban el rebote + hacer faltas = nos llevaban el
rebote + pedir tiempos muertos = nos llevaban el rebote
Los
rivales abrieron una brecha de 8 puntos que únicamente pudimos recortar algo en
el tramo final del partido cuando se entró en un carrusel de tiros libres en el
que ellos tuvieron un porcentaje más bien malo aunque el nuestro fue mediocre.
Llegamos al último minuto 6 abajo y aquí se produjo una jugada que define bien
a las claras cómo se comportaron nuestros rivales: un jugador Jedys Suflenorsa
resbaló por una zona húmeda de la pista, se fue al suelo y perdió el balón él
totalmente solito, pues bien, Basket Hound nos devolvió la bola en un gesto de
“fair play” que yo nunca anteriormente había visto. (A que esperabais una
rajada, ¿eh?) Se lo agradecimos con una canasta y tiro adicional que nos dejó a
sólo 4 puntos de ellos pero ya era demasiado tarde para culminar la remontada
Al
final, derrota justa, pero como dijo el gran filósofo Ortega (no Ortega y
Gasset sino Ortega Cano): “da copa no ze juega ze bebe, tan a gustito” y como
nosotros somos muy orteguianos, seguimos sin estrenarnos en esta competición
(eso sí, damos suerte a nuestros rivales que siempre llegan lejos después de
eliminarnos)
Lo
mejor:
- La
jugada descrita más arriba. Comportamiento de 10. Chapeau. Sólo por esto se
merecen ganar la Copa.
Lo
peor:
- La
constatación que estamos un escalón por debajo de los equipos punteros
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