Ante todo quiero pedir disculpas por el retraso en la crónica ya que, contrariamente, a lo que puedan pensar algunos, mi trabajo consiste en mucho más que mover gente para la Casita y por vagancia y en plena era informática de corta y pega (vamos, como el gobierno, que nos corta los derechos y nos pega en las manifestaciones) la marca Jedys – Suflenorsa no podría ser ajena a esta a esta circunstancia y, así, elaboraré la crónica con las aportaciones de mis compañeros (ya sabéis, si no os gusta, la culpa es de todos)
El partido se jugó en Teis a campo completo en buenas condiciones, como parece que va a ser la norma este año, a las 15:30 horas de la tarde (vaya horitas) y con un arbitraje que no influyó en el resultado
Frente a diez Abuelos (sólo eché en falta a Xulio) nos presentamos ocho Jedys – Suflenorsa donde, según aportación de Luis-Mónica, el “virus Caponata” hizo estragos. Según el conocido estudioso, anteriormente mencionado, este virus se propaga y manifiesta en los jugadores, principalmente interiores, cuando se enfrentan a rivales más poderosos que ellos y que les pueden hacer la vida imposible o infringir considerables daños, tanto físicos como morales. Aquí las bajas fueron copiosas, Fernando y Alejo aquejados de pseudo-lesiones y Nicolás que, aunque haya cada vez más voces que dicen que es un personaje de ficción y que no existe, yo puedo dar fe que sí, que es una persona real y de carne y hueso. También faltó Chema a quien mandamos a un stage de pretemporada en el campo (pagado por el patrocinador, por supuesto)
Debido a esta ausencia de juego interior, ellos nos castigaron cerca del aro, y, aunque empezamos bien, poco a poco fueron marcando las primeras distancias alrededor de 10 puntos. Nunca fuimos capaces de recortarlas durante todo el partido (se llegaron a ir de unos 14 puntos en muchas fases del partido) debido principalmente, según Diego, a nuestra tensión y acongoje, al vernos solos debajo del aro en posiciones claramente ventajosas, por el miedo a los desprendimientos de polvo y telarañas que jalonan las canastas
A pesar de haber dejado a su familia frente al televisor, nuestra arma secreta, Gonzalo, según propia aportación, estuvo en el banquillo plenamente presto y dispuesto para intervenir en el caso que hubiese aparecido Xulio o hubiese recibido una seña de nuestro bien amado míster, pero, como no no hubo ni una cosa ni la otra, quedó inédito en el banquillo. Menos mal que perdimos, porque, si llegamos a ganar, no vuelve a jugar más en toda la temporada
Nos plantamos en los últimos cinco minutos 12 abajo y, a base de testiculina, llegamos a ponernos a 1 punto faltando 5 segundos. Tiran 2 tiros libres. Meten 0. Cogen su propio rebote. Falta. Quedan 3 segundos. Tiran 2 tiros libres. Meten 2. Perdemos de 3.
Tenemos una última posesión que no podemos aprovechar, ya que, según opinión unánime, Luis-Mónica se puso nervioso al verse sólo en el centro del campo sin marcaje ni nadie alrededor, por lo que falló el tiro definitivo, que nos podría haber conducido a la prórroga.
Pregunta Maligna: ¿Por qué sólo jugamos bien al comienzo y final del partido?
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