Partido jugado a las 11:30 horas de la mañana (sufriendo
un cambio de hora que afectó muy negativamente, como demuestran estudios mucho
más sesudos de lo que pueda aportar yo aquí, a nuestro rendimiento ofensivo,
impidiéndonos ver con claridad el aro rival), en el pabellón del Berbés (lejos
de nuestro hábitat natural de Balaídos pista verde, donde entrenamos todas las
semanas y donde tenemos los aros “chupados”), con un balón en malas condiciones
con un bote excesivo e irregular (lo pusimos nosotros, pero hasta para eso no
somos buenos con nosotros mismos) y justo después de que nuestra estrella
hubiera asistido a misa, contraviniendo los principios de aconfesionalidad de
la institución Jedys-Suflenorsa: vamos a ver, el baloncesto es un deporte de
invención protestante y que ha sido, tradicionalmente, dominado por gentes no
católicas (USA), no practicantes (Yugoslavia) o directamente ateos (URSS). Para
rematar la faena, el arbitraje corrió a cargo del “muy dialogante” que no
influyó en el resultado e hizo, por lo menos desde que yo recuerdo, uno de sus
mejores arbitrajes (ayudó que el partido se jugó con extrema deportividad)
Esta visto que para impedir nuestra
victoria se produce un contubernio entre el Ayuntamiento, la Xunta de Galicia, la Iglesia Católica
y la Unión Europea ;
no es una consparanoia, es real, y la prueba está en la foto de más arriba
donde se ve a una peña muy chunga reunida para hundirnos (especial atención a
los de la última fila que son quienes cortan el bacalao)
Aparte de lo dicho, sabíamos que los
rivales tienen a uno de los mejores jugadores de la competición y nuestra idea
fue pararlo a toda costa, cortándole el ritmo, por lo que dispusimos una
defensa de zona y uno que funcionó a las mil maravillas (dejamos al
contrincante en la mitad de sus puntos habituales y su mejor jugador sólo pudo
anotar de contraataque) pero nos fundió demasiado para el ataque. Cada canasta
costaba un mundo y quedó claro, desde el inicio, que la victoria estaría en los
40 puntos. Durante la primera parte las ventajas oscilaron entre los 0 y los 6
puntos, con un marcador muy controlado, llegándose al descanso 16-10 para ellos
En la segunda parte acortamos la
distancia y nos mantuvimos todo el tiempo a tiro de piedra (4-6 puntos abajo)
pero sin dar la sensación de poder remontar en ningún momento y, cuando al
final, nos fuimos a la individual, ellos abrieron la máxima distancia que no
reflejó, en mi opinión, la igualdad que presidió todo el choque
Lo mejor:
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La
actitud defensiva (nos metieron 35 puntos, cuando no bajan de 70)
-
La
entrega en ambas partes de la cancha (pese al desacierto)
Lo peor:
-
El
ataque (se falló todo, incluso bandejas y tiros debajo del aro)
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Las
lesiones (cayó otro jugador) (menos mal que este fin de semana no se juega)
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Las
pérdidas de balón (debimos perder 20 bolas)
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Los
tiros libre (fallamos 10)