Partido disputado el sábado a las 17:45 horas en el Pabellón
de Balaídos,
en condiciones aceptables y con arbitraje de un debutante
(por lo menos con
nosotros) que no influyó en el resultado, pese a pitarlo
todo en el primer tiempo
y nada en el segundo y tener que aguantar reiterados
comentarios por parte de
ambos equipos.
Nos presentamos a jugar 8 señores mayores, aunque, sumando
el estado físico de
toda la plantilla, malamente podríamos aportar 6 jugadores;
ya que 2 de nosotros
estábamos medio lesionados y el parte de bajas comienza a
ser muy preocupante
porque, además de los problemas de sobrepeso que repercuten
negativamente en la
espalda de uno de nuestros jugadores, se ha unido una
fascitis plantar de larga
duración de otro (Internet y la televisión han contribuido a
crear una nueva
generación de automédicos que esparcen sus conocimientos por
doquier). Ellos, por
su parte, estaban 11 jugadores, más jóvenes, más altos, más
fuertes, más rápidos,
más gua … y hasta un entrenador para cambios y tácticas
Salimos con lo mejor y más sano que teníamos, previendo un
partido duro,
decidimos acomodarnos en una zona 2-3, cerrando el rebote y
concediéndoles el
tiro exterior, por lo menos de salida; mientras ellos hacían
una individual en
todo el campo aprovechando su mayor número y mejor calidad
física
Nuestros primeros ataques fueron una maravilla, movimiento,
pase, acierto en el
tiro y nuestra defensa cerraba el rebote, lo que nos
permitió alejarnos en 10
puntos muy rápidamente. Como es lógico, para eso tenían un
entrenador, pidieron
tiempo muerto y con un par de triples y varias jugadas de
rebote ofensivo, unido
a nuestro intento vano de correr, forzado por su trepidante
ritmo, hace que
se nos acerquen, peligrosamente, a 4 puntos hacia final del
primer tiempo. Su
rotación es mucho más profunda que la nuestra (hacen cambios
continuos durante
todo el partido) y nosotros tampoco tenemos mucho más. Aún
así, con un buen par
de minutos finales nos marchamos sobre 6 - 8 puntos arriba
al descanso.
La segunda parte se preveía tensa y complicada y el árbitro
contribuyó con
su liberalismo (“dejad hacer, dejad pasar”). Cada canasta
costaba un mundo
y ellos no paraban de correr, de defender, de presionar. Nos
manteníamos
arriba de milagro, con lanzamientos exteriores de Chema y
Fernando (estuvieron
fantásticos), mientras los demás, a falta de acierto, nos
dejábamos la piel en
defensa.
En los últimos minutos (a reloj parado) los tiros libres
decidieron, tuvimos un
acierto muy grande, con lo que compensábamos sus canastas en
penetración y tras
rebote de ataque. Al final se ganó más o menos de 8 - 10,
pero fue muy engañoso
ya que metimos dos canastas con ellos presionando a la
desesperada y otra “de
palomero” (Iturriaga tú ya sabes)
Lo mejor:
- El partido de Chema y Fernando que sostuvieron nuestro
ataque
- Los tiros libres (alto porcentaje)
- La respuesta ante un partido igualado
Lo peor:
- Otra lesión que nos merma aún más
- La “pájara” anotadora nuestra de cada día
- Falta de control del juego en alguna fase del partido
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